
Los países europeos ya tienen sobre la mesa la propuesta para crear un fondo para la recuperación de 750.000 millones de euros. El tiempo para su aprobación apremia, porque la UE encara la peor recesión en sus casi siete décadas de historia por culpa del Covid-19. Todos quieren lograr un acuerdo político el próximo mes para activar un estímulo fiscal sin precedentes en la historia de la Unión, que llegará enmarcado en el presupuesto plurianual comunitario para 2021-2027.
Pero la tarea será hercúlea. Tras consultar con los líderes europeos, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha dado cuenta de que será "muy difícil" lograr la necesaria unanimidad de los 27 líderes antes del paréntesis veraniego, según cuentan fuentes comunitarias a elEconomista. Tal y como se esperaba, la negociación será una de las más complicadas en la historia de la UE. El fracaso de la cumbre de febrero al intentar cerrar el presupuesto plurianual ya demostró la dificultad de poner de acuerdo a los diferentes bloques. Y eso fue antes de que el coronavirus agrandara más aún la brecha entre los Estados miembros.
Tras la embestida del virus, la Comisión tuvo que cocinar en plena pandemia un paquete de recuperación al que algunos países, sobre todo Holanda, Austria o países del Este como Hungría, sacan muchos peros, cuentan la media docena de fuentes diplomáticas y comunitarias consultadas. Pero las objeciones no solo llegan desde estos socios, ya que todos están peleando por sus intereses, aclara una fuente europea.
Los principales puntos de fricción son el tamaño del fondo, la distribución entre préstamos y ayudas a fondo perdido (500.000 millones de euros en la propuesta de la Comisión Europea), el criterio para repartir el dinero entre los países, o la condicionalidad adherida para acceder a la ayuda.
Para países como Holanda, la lista es más larga, ya que también se opone a la creación de nuevos impuestos para financiar el fondo, cuestiona los plazos de devolución de la deuda emitida, o la fórmula para que los Estados miembros participen en la gestión de la ayuda.
España mantiene una posición "constructiva" junto a países como Francia, Italia o Portugal, explican desde el ministerio de Economía. Aunque también tenemos unas líneas "muy claras", añaden, incluyendo que el tamaño del fondo se mantenga al menos en los 750.000 millones de euros, que el volumen de ayudas a fondo perdido sea considerable, agilidad al desembolsar los fondos, un reparto que refleje el impacto de la pandemia, y una condicionalidad orientada a incrementar el crecimiento potencial de los países.
Todas las capitales coinciden en la necesidad de lograr un acuerdo el próximo mes
Desde el ministerio también aspiran a que se pueda cumplir con el objetivo de cerrar el acuerdo en julio, aunque reconocen que será "muy complicado".
A pesar de las dificultades, todas las capitales coinciden en la necesidad de lograr un acuerdo el próximo mes. "Las buenas intenciones están ahí, veamos si se corresponden con la realidad", añade otra fuente comunitaria.De ser así, daría tiempo a concluir los procedimientos de ratificación nacional en todos los países en la segunda mitad del año, en muchos casos pasando por sus parlamentos, para poder empezar a realizar los desembolsos a principios del próximo año.
Sin embargo, la cantidad de información que están digiriendo las capitales estos días es inmensa, porque la Comisión presentó en total 22 iniciativas, al abarcar los presupuestos comunitarios prácticamente todas las políticas, desde la Agricultura hasta los fondos de Cohesión o Exteriores.
Ritmo acelerado
Holanda dice que no estará lista para hablar de cifras concretas hasta mediados del próximo mes. Los 27 han acelerado el ritmo de videoconferencias y reuniones a todos los niveles para caminar hacia el necesario consenso. Tan solo esta semana, se reunirán en tres ocasiones los embajadores para discutir cuestiones técnicas. Además, los ministros de finanzas también hablarán en dos ocasiones esta semana sobre el plan de recuperación en el Ecofin y en el Eurogrupo del jueves. El próximo viernes, los líderes discutirán por primera vez el plan, aunque el formato de videoconferencia limitará el debate a una presentación de argumentos más que a una verdadera negociación.
Fuentes comunitarias explican que Michel presentará una propuesta para intentar acercar posturas algunos días después, tras la videoconferencia de los líderes del 19 de junio. Entonces esperará a que los Gobiernos la analicen y convocará un encuentro cara a cara de los jefes de los Ejecutivos a principios de julio, la primera cumbre presencial desde que empezara el confinamiento en marzo.
A pesar de las significativas diferencias, todo el mundo intenta mantener un espíritu positivo. "Aunque existen diferencias entre varios países que no son pequeñas, tengo la impresión de que todos tienen la voluntad de llegar a un acuerdo en poco tiempo", resumió esta semana el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz.